Niño por unos días

A veces estoy tan metido en lo mío, en lo que creo más coherente para mí y los míos que se me olvida ser natural, como cuando era un niño, que veía las cosas de otra manera, sin ningún tipo de filtro en la mirada, sin ninguna red, esa que vamos tejiendo con los años y que al final nos hace ser unas personas diferentes a las que éramos...
Pues bien, he pasado unos días en Sanlúcar de Barrameda Chipiona y Ayamonte y he revivido esa sensación de ser niño, de perderme por las calles (porque ya no sé ir sin GPS... jaja) y preguntar o no preguntar, de hacer castillos en la arena (o intentos de castillos, mejor dicho), de comprar pasteles en el carrito del tío, de ir por la playa con el pedalito o, simplemente, partirme de risa con las olas... a veces creo que debo parar para mirar hacia atrás y no olvidarme de que lo primero que fui en mi vida es NIÑO. Ole la gente de mi Andalucía porque no se puede nacer con más arte ni con más gracia. Por cierto, lo único triste de todo esto es que al volver a casa me encontré seca la hierbabuena... pero todo crece... por desgracia.

0 comentarios: